(Otro 3 de mayo)
He llegado
tarde otra vez
y tu te has ido
muy pronto.
Y ya no hay
palabras, risas,
reflejos o
lirios que valgan.
No hay años
libres de ausencia,
no hay cielos
libres de azul;
solo existen
tristezas libres,
sin cuerdas,
sin rastros.
He llegado
tarde otra vez
y has desaparecido
pronto:
entre
estrellas, has caído en luces.
Las flores de
nuestra primavera,
la marcha de
nuestro reloj,
se han
desacompasado
y desaparecen.
Como tú.
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