viernes, 28 de febrero de 2020

Algunas noches de verano me recuerdan a ti


Algunas noches de verano me recuerdan a ti. Sobre todo  aquellas que perfilan el cielo con nubes intermitentes y empapan las calles de lágrimas. Siempre hay alguna que te obliga a ponerte pantalones largos otra vez o a dormir con la ventana cerrada. ¿Qué dices? Ah, pues no lo sé, también me pregunto lo mismo siempre: ¿por qué pienso en él? Pero después de tanto tiempo me he guardado algunas teorías. No, ahora no vienen a cuento. Te decía que algunas noches de verano me recuerdan a ti. No solo las que perfilan el cielo con nubes intermitentes y empapan las calles de lágrimas, también esas que son tan transparentes que te dejan ver el universo entero. Bueno, ya me entiendes, cuando te tumbas en el suelo y observas como van apareciendo más y más lucecitas brillantes y te imaginas que ves el universo entero. Entiendes lo que quiero decir, ¿verdad? Tal vez es porque me imagino contigo mirando el universo, sintiéndonos pequeños mientras discutimos sobre todo lo que no nos hemos dicho nunca, alejándonos el uno del otro con nuestras palabras. Sabes muy bien que es así, las palabras a veces nos alejan. Sí, claro que no es así siempre, si lo fuera tal vez no te diría nada de todo esto. Escucha, de verdad que algunas noches de verano me recuerdan a ti. Incluso las noches ausentes, aquellas que casi no existen, las que pasan sin ningún propósito, por ninguna razón; pasan y ya está. Las que solo pasan pero te dejan aquel regusto a tiempo perdido que no puedes sacarte de la cabeza durante días. No, no te lo cojas así, no es que tú seas ausente. Aunque tal vez sí lo seas un poco, solo a veces. Me gusta pensar que esas noches me obligan a echarte de menos, como se echa de menos el tiempo perdido que te deja aquel regusto, como se echa de menos aquello que casi no existe y pasa y ya está, y lo hace claramente delante de tus ojos. Seguro que conoces esa sensación, seguro que una diminuta pincelada de tu vida se ha esfumado así. Lo peor es que nunca conoces el porqué. ¿Cómo? Sí, exacto, nunca sabes porque desaparece de esa forma… ¿Y si solo es por eso que las noches de verano me recuerdan a ti? A lo mejor solo estás aquí para pasar y ya está, para acabar esfumándote sin saber porque, para echarte de menos cuando estás ausente y poder alejarte con todas estas palabras y hacerte sentir pequeño bajo el universo. Y tal vez es el universo el que quiere perfilar el cielo con nubes intermitentes y empapar las calles de lágrimas y hacer que me acuerde de ti. Sí, tú también lo crees, ¿verdad? Es por eso que las noches de verano me recuerdan a ti. 

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